miércoles, 3 de agosto de 2016

La gente anda diciendo.

Las conversaciones más horribles las he escuchado en el metro. Ese lugar tan diverso que resulta el infierno de muchos, ha sido mi forma de conocer un poco a las sociedades de nuestro país, no me ha gustado tanto esto pero bueno.

En estos días  una pareja como de mi edad (22a), estaban hablando de sus cosas, una conversación común pues y en un momento llegaron a hablar de la muerte, para los que no son de Venezuela, tal vez sea un tema delicado, pero para nosotros, aunque es triste admitirlo, es un tema diario.
Lo que me sorprendió de la conversación no  fue tanto la insensibilidad con la que abordaban el tema, sino lo que esos chamos piensan sobre sus propias vidas y lo que esperan cuando la muerte llegue.

Él: Tu te vas a morir  primero que yo.
Ella: No, tu seguro te mueres primero.
Él: ¿Por qué yo?
Ella: Porque tu tienes mas riesgos, te la pasas más en la calle que yo.
Él: Eso no tiene nada que ver, pero bueno igual quien sea que fuera el primero yo te dejo lo mio y tu lo tuyo.
Ella: Jaajaja pero si tu no tienes nada y yo tampoco ¿que te voy a dejar?
Él; Bueno tu computadora para conectarme en facebook
Ella: Bueno esta bien pues es un trato.

Obviamente la conversación siguió pero  yo no pude seguir escuchando más porque solo pensaba en lo triste que fue esa conversación que para ellos hasta graciosa resultó.
Me  pareció triste porque esos dos jóvenes que a penas están empezando a vivir, ya dan por hecho que no tendrán nada, que no lograrán nada, y que independientemente de que la muerte llegue mañana o dentro de 50 años, no vale la pena para ellos intentar tener algo mas allá de una computadora para conectarse en facebook.
Me da tristeza lo que hizo este gobierno con mi gente, nosotros en general, ya no somos esa gente que no espera, que es irreverente con sus sueños, que quiere surgir. Ahora somos un pueblo que esta en pausa, esperando la comida que nunca llega, la luz que no nos guía y el agua que no nos refresca.
Me da tristeza la generación parásito que Chávez creó y de la que no se hizo cargo porque se murió... 


martes, 2 de agosto de 2016

Hoy solo quiero ser egoísta

Es 02 de Agosto de 2016 y no se como tener pensamientos positivos sobre lo que estamos viviendo en Venezuela, y si, yo se que es ya un cliché hablar de nuestra situación, pero es que simplemente me niego a dejar de sorprenderme, de decepcionarme y de sentirme mal, porque me niego a perder la poca humanidad que no ha sido expropiada por la vileza chavista. 

Nací en el 93, en una Venezuela que estaba cansada de que el poder pasara de un bando a otro, ya que esos bandos en el fondo eran lo mismo, esa Venezuela solo quería un cambio; lamentablemente; cayó como tonta adolescente en la labia de un "carismático" militar que la enamoró con promesas de igualdad para toda esa sociedad ignorada durante tantos años y que la dejo cual precoz embarazada, con miles de problemas y sola.  Lo que no sabia era que los cambios radicales, no siempre son los cambios que necesitamos en la vida.
Él llegó en el 99, cuando yo solo tenía 6 años, y cero conciencia de que ese hombre que hablaba todos los medios días antes de que me llevaran al preescolar, tendría la posibilidad de arruinar mi vida y la de todos los que no pudimos elegir ni decidir si nos caía bien o no.

Hoy, 17 años después ya no puedo recordar el sabor de una manzana, de un plato de lentejas y en ocasiones comerme una arepa representa perder energía, dinero y mi dignidad. Tal vez muchos dirán que es tonta mi queja, que al menos tengo salud y puedo comer aunque sea lo poco que muchos ni oportunidad tienen, pero resulta que hoy yo quiero estar bien, quiero comer lo que me provoca así sin hambre, solo por que pueda comérmelo, hoy quiero pasear a la hora que quiera por la plaza bolívar y regresar a mi casa en el amanecer. Hoy quiero negarme a luchar por mi país, que aunque sienta que es mi deber, me parece injusto tener que luchar por algo que yo no elegí, que otros me impusieron y que cuando tuvieron oportunidad de cambiarlo solo lo reafirmaron, hoy odio a todas las generaciones anteriores que permitieron que viviéramos así,  y que por cierto hoy nos critican por querer irnos. 

¿Como no me voy a querer ir? Si no me quiero ir porque odie mi país, en realidad no quiero irme, solo que tengo 22 años quiero independizarme, y lamentablemente la única forma de hacerlo de forma honrada claro, es yéndote. 
Hoy solo quiero pensar en que quiero una vida mejor y si eso implica ser egoísta, es entonces lo que quiero ser.